Cuántas veces Dios te a dicho que tienes que hacer algo y no lo has hecho? Probablemente le has dicho a Dios “es que qué pena”, “que irán a pensar”,”ay no, eso no es tan importante”. Siempre buscamos justificaciones y excusas cuando se trata de hacer algo que no queremos.
Pensamos que el no obedecer no es un pecado y por eso probablemente lo hacemos muy seguido, o por eso nos justificamos tanto. Pero es increíble lo delicado que puede llegar a ser la desobediencia.
1 Samuel 15:23
“PORQUE COMO PECADO DE ADIVINACIÓN ES LA REBELIÓN, Y COMO ÍDOLOS E IDOLATRÍA LA OBSTINACIÓN.”
Nos deja una perspectiva de lo delicado que es jugar con la desobediencia.
Procuremos obedecer y estar atentos a lo que Dios pide de nosotros.
Obediencia.